sábado, 9 de noviembre de 2013

La Vivencia Cíclica del Tiempo

Según afirma Dane Rudhyar, la función más elevada de la Astrología – conocida por los místicos de todas las épocas y razas – es la de revelar a la personalidad en evolución los momentos clave de la experiencia cíclica. Estos momentos se revelan de muchas maneras. En el libro “Una nueva visión de los ciclos planetarios”, de Cristina Vallejos (Ediciones Kier) se sugieren algunas propuestas que ayudan a tomar conciencia de los ciclos:
  •      Durante los equinoccios de Aries y Libra: Todos los seres humanos que estén realizando un trabajo autoconsciente pueden sintonizar, en estas fechas, con nuevos propósitos. Genéricamente, todos los años, en los días 20 o 21 de marzo y 22 o 23 de septiembre – que corresponden a los equinoccios de Aries y Libra, respectivamente – la naturaleza recibe el nuevo impulso cósmico. En las civilizaciones antiguas, se celebraban ritos estacionales. Para el interior del alma humana, puede actuar en forma de nuevos impulsos con significado creativo. Es un período para fecundar ideas, generar proyectos, poner en marcha acciones pendientes.
  •      El ciclo de la Lunación: Podemos registrar los tránsitos de la Luna en el cielo, señalarlos en el calendario y acompañarlos mediante un trabajo consciente. El arquetipo de todo ciclo es el ciclo del Sol y de la Luna (o ciclo de la lunación), con sus cuatro momentos básicos que se manifiestan como las cuatro fases de la Luna, simbolizando: inicio, crisis, plenitud, declinación y cierre.
  •     El ciclo anual del Sol: Simplemente, seguimos mes a mes el paso del Sol por los signos, concientizando la cualidad de esa energía y, si se posee este conocimiento, tomamos en cuenta por cuál de las casas astrológicas transcurre la experiencia actual y qué áreas de vida serán iluminadas por el tránsito solar.
  •     El tránsito diario del Sol y de la Luna: Cada día, el Sol avanza un grado, de manera que podemos tener presente en qué fecha tomará contacto con un planeta natal. El tránsito solar activa iluminando la cualidad del planeta sobre el que transita: “Yo quiero…” La Luna avanza unos trece grados por día y sensibiliza al planeta que aspecta: “Yo siento…”
  •      Otros ciclos astrológicos: Como, por ejemplo, los ciclos que comienzan con el encuentro en el cielo de dos planetas polares, por ejemplo: Júpiter/Saturno o Marte/Venus. Representan momentos de inicio de un nuevo intercambio. Para concientizarlos y acompañarlos vivencialmente, es necesario tener un conocimiento avanzado de Astrología.

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